Se acercan las fiestas

Se acercan las fiestas y como es costumbre, es muy común encontrar un ambiente cargado de reflexión, alegría, palabras de gratitud y buenos augurios.

Es en este momento, precisamente en los últimos días del año, en donde uno se dispone a hacer el tradicional balance anual. Uno reflexiona y trata de hacer memoria de todos los acontecimientos buenos y malos que ocurrieron en el año, y de ahí elaborar un juicio subjetivo atribuyéndole al mismo, un valor positivo o negativo.

También en este momento, sobre todo minutos antes de celebrar con un brindis la llegada del nuevo año, es en donde muchas personas se ponen a visualizar deseos, objetivos y planes para el año que arriba. Muchos de ellos, relegados en el período anterior, se trasladan nuevamente a los próximos 365 días que nuevamente empezarán a contarse cuando suenen las campanas y los fuegos artificiales. Otros quizás, se sumarán simplemente porque “x” motivo impidió la realización del mismo en tiempo pasado.

En conclusión, esta época del año es muy especial ya que genera en la gente la capacidad de reflexión y sobre todo la de proyección. El hecho de disponer de todo un año entero para poder concretar esos planes que no se habían podido hacer, es un fuerte estímulo motivador para actuar.

Lamentablemente, con el transcurso de los meses muchos de esos planes y deseos se perderán. El: me animo a…. me compro… viajo a… o el sí o sí empiezo a hacerlo… quedan otra vez en la nada. Y finalmente llegamos a la mitad del año con la mitad de los proyectos truncos. Y el tiempo, que en su momento fue un agente motivador, ahora pasa a ser un factor inhibidor.

Concretamente, el primer problema es que no creemos en nosotros mismos, ese es el primer freno que cualquiera puede tener. Ese fue el freno que nos relegó los objetivos este año, y lo seguirá haciendo con el próximo y el próximo del próximo.

No esperemos a que sea año nuevo para cambiar. No esperemos que el 1 de enero sea el disparador de nuestros objetivos. Bruce Lee, famoso artista marcial decía: “Cada día esconde una nueva revelación o un nuevo descubrimiento que puedo obtener.” O sea que, mientras otros se motivan con la llegada del año nuevo, este artista marcial encontraba en cada día, su inspiración natural para seguir mejorando.

Recuerden esto: vale más un minuto de campeón, que todo un día de perdedor. Aprovechen el día!! Crean en ustedes mismos!!


Saludos!


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En el centro de las dificultades estriba la oportunidad. Bruce Lee (1940 – 1973)